La Franja de Gaza sufre una crisis humanitaria sin precedentes por los bombardeos y el bloqueo.
La guerra entre Israel y Hamás, que comenzó el 7 de octubre con un ataque masivo del grupo palestino sobre territorio israelí, ha causado la muerte de más de 24.000 personas, la mayoría civiles, según datos de la ONU.
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La Franja de Gaza, donde vive cerca de dos millones de palestinos, es el escenario de la mayor parte de la violencia y la destrucción, que ha dejado a la población al borde de la hambruna y la enfermedad.
La situación humanitaria en Gaza es crítica, según han alertado tres agencias de la ONU, que han pedido más ayuda y acceso para socorrer a los afectados. El bloqueo impuesto por Israel y Egipto desde 2007, que limita la entrada y salida de personas y bienes, se ha endurecido aún más durante el conflicto, dificultando la llegada de convoyes de ayuda, medicinas y combustible. Además, los bombardeos israelíes han dañado infraestructuras vitales, como hospitales, escuelas, plantas de agua y electricidad.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha calificado la situación en Gaza de “insoportable” y ha instado a las partes a cesar la violencia y reanudar el diálogo. Guterres ha lamentado también la pérdida de 152 miembros del personal de la ONU desde el inicio de la guerra, la cifra más alta en la historia de la organización.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, que se encuentra en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, ha expresado su solidaridad con el pueblo palestino y ha condenado la “barbarie” de Israel. Petro ha propuesto un cambio de deuda pública por acción climática, especialmente para la preservación de la selva amazónica, que considera clave para mitigar el cambio climático y evitar más conflictos.
El conflicto entre Israel y Hamás ha tenido repercusiones en toda la región, donde se han registrado ataques de grupos apoyados por Irán en países como Líbano, Siria, Irak y Yemen. Estos ataques han aumentado la tensión con Estados Unidos, que ha reafirmado su apoyo a Israel y ha enviado a su asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, a la Ribera Occidental ocupada, para tratar de mediar en la crisis.
