El menor debuta en el concurso de piqueria. A través de su rima jocosa aspira conquistar la corona.
Ludys Ovalle Jácome
Especial para El Tiempo
Valledupar
Lucas Sebastián Vega Fernández, de siete años de edad, se roba la atención de los amantes del folclor vallenato haciendo gala de su repentismo.
El pequeño verseador debutará este 27 de abril en el concurso de piqueria infantil de la 56 versión del Festival de la Leyenda Vallenata, que tendrá lugar en el Centro Comercial Unicentro de la capital del Cesar. A través de su rima jocosa aspira conquistar la corona en esta categoría.
“Canto con mucho talento, con lujo y con detalle. Con mi verso improvisao, aquí estoy en el valle, pa’ llévame el primer puesto”,
dice entusiasmado Lucas Sebastián.
Sus ojos ensoñadores dejan entrever la esencia de esta cultura que absorbió desde el vientre de su madre Nelvis Fernández, que llegó desde Fonseca (La Guajira) a Valledupar para hacer historia la participación de su hijo.
“Él nació escuchando versos porque su papá, Elkis Vega, es compositor de canciones inéditas. Desde que estaba embarazada lo llevaba a los concursos donde participaba su papá, así que desde siempre ha crecido con el estímulo musical”, recalca la madre del niño.
Lucas Sebastián Vega Fernández cursa segundo de primaria en la Institución Educativa Jacobo Aragón de Fonseca (La Guajira). A pesar de su corta edad, se siente seguro de sus talentos artísticos que potencia en la escuela de piqueria del verseador invidente, Alcides Manjarrez.
“Él toma clases conmigo desde noviembre del año pasado. Le explico como se hace la rima consonante y asonante. Lo pongo a que haga versos improvisados para que no se le acabe el repertorio. Los animo para que amplíen el léxico en cada clase”, detalla Manjarrez.
La tradición de estos versos improvisados fluye también a través del universo mágico de su hermano, Mateo Santiago Vega Fernández, que, a los once años de edad, ha conquistado varios festivales de San Juan del Cesar (La Guajira) con esta misma categoría.
“En la casa verseo con mi hermano. Le pedí a mi mamá que me compre un acordeón porque cuando sea grande quiero ser acordeonero”, dice entre risas Lucas.
La piqueria es epicentro de las parrandas vallenatas. El concurso es uno de los más autóctonos del festiva vallenato.
La emoción se experimenta cuando los protagonistas responden y atacan a su contendor en cada verso o cuando lo pone a ‘temblar’ en la tarima.
En este duelo de palabras, participan siete niños, entre ellos, dos venezolanos que también se educan en la escuela de Alcides Manjarrez.
“La comitiva que acompañará a Lucas es pequeña. Somos de pocos recursos y estamos haciendo un gran esfuerzo para que él pueda cumplir su sueño”, resalta la mamá del pequeño repentista.
Directora de Comunicaciones de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva,
Amplia experiencia en diferentes medios: Periodismo, Imagen Corporativa, Comunicación Organizacional, Marketing político, Relaciones Públicas, Protocolo, Proyectos Televisivos a nivel nacional, Asesoría de comunicación, Desarrollo de páginas Web y Mercadeo.
