El sector carbonífero enfrenta desafíos debido a la inestabilidad institucional y el control de grupos armados ilegales.
La Federación Nacional de Productores de Carbón (Fenalcarbón) ha informado de una disminución en la producción de carbón en 2023, con un total de 53,9 millones de toneladas. Esta cifra muestra una caída del 5,1% en comparación con el año anterior, lo que ha generado preocupación en el sector.
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Control del Eln y extorsión
Carlos Cante, presidente de Fenalcarbón, ha señalado que el Catatumbo, una región crucial para la producción de carbón, se encuentra bajo el control del Eln. Este grupo armado ilegal ha impuesto un régimen de extorsión a los pequeños productores mineros, afectando la cadena de suministro y presionando los precios internacionales.
Además de afectar la producción, la situación también ha tenido un impacto negativo en la comercialización del carbón a nivel nacional. El control del Eln sobre las operaciones mineras ha llevado a situaciones en las que los propietarios de títulos mineros deben entregar sus minas al grupo armado si no pueden pagar las extorsiones.
Protestas sociales y bloqueos
La situación se agrava con las protestas sociales en el país, que han bloqueado las vías de acceso a las minas y plantas de producción. La falta de una respuesta institucional efectiva a estos bloqueos representa un desafío adicional para el sector.
Fenalcarbón también ha expresado su preocupación por el decreto 044 del Ministerio de Ambiente, que permite la creación o declaración de zonas de reserva ambiental. El gremio critica la ambigüedad de los criterios utilizados para la designación de estas zonas, argumentando que esto representa una amenaza para la continuidad de las operaciones mineras en varias regiones del país.
Fuente informativa:- API