La canciller deja el cargo tras choque por licitación millonaria y falta de respaldo presidencial, marcando la fractura más grave en el gabinete en meses.
Laura Sarabia, canciller y figura clave del gobierno, presentó su renuncia irrevocable. La decisión respondió a diferencias de fondo con el rumbo reciente del Ejecutivo. Aunque no mencionó explícitamente el conflicto, fuentes de Palacio confirmaron que el detonante fue la licitación de pasaportes. ( Además: Sayco impulsa educación musical y lectura en Bucaramanga )
El embajador en Arabia Saudita, Alfredo Saade, cuestionó públicamente las decisiones técnicas de la Cancillería. Sarabia consideró esto una intromisión indebida en su gestión. El punto crítico fue la falta de respaldo presidencial durante el enfrentamiento.
Sarabia fue una de las colaboradoras más cercanas a Gustavo Petro durante diez años. Su ascenso fue rápido: jefa de gabinete en 2022, directora del DAPRE, líder del DPS y finalmente canciller. Siempre se le vio como ejecutora estratégica de las decisiones presidenciales.
Enfrentó escándalos como el del polígrafo a una exniñera en 2023, que la alejó temporalmente del gobierno. Petro ratificó su confianza al asignarle después responsabilidades diplomáticas clave. Su salida actual refleja una ruptura profunda.
Contenido de la carta
En su misiva dirigida al presidente, Sarabia enfatizó el vínculo personal y político que los unía. Explicó que su renuncia obedecía a razones éticas y programáticas, no coyunturales. "Decisiones que no comparto", señaló sin detallar, pero aludiendo al nuevo rumbo gubernamental.
"No se trata de quién tiene la razón. Se trata de un rumbo que, con todo el afecto y respeto que le tengo, ya no me es posible ejecutar", escribió. Subrayó que su postura nacía de la responsabilidad con el país y su visión del servicio público.
Detalles de la polémica
El choque se agudizó con la prórroga de emergencia al contrato de pasaportes con Thomas Greg & Sons. Sarabia argumentó que evitaba una crisis operativa al vencer el actual contrato el 31 de agosto. Buscaba garantizar la expedición mientras se preparaba una nueva licitación.
Sin embargo, Saade rechazó abiertamente esta solución. La calificó como "perpetuar la contratación" y anunció un convenio con la Casa de la Moneda de Portugal. Lo hizo sin aval documental ni participación de Cancillería, afirmando tener respaldo directo de Petro. Esta actuación selló la ruptura.
Fuente informativa:- API
