El espacio cuenta con más de 2.500 títulos, entre ellos libros especializados en temas indígenas.
Ludys Ovalle Jácome
Especial para El Tiempo
Valledupar
Cesar es el departamento con la segunda mayor diversidad étnica y cultural del país.
La población indígena está conformada por siete comunidades: Kankuamos, koguis, arhuacos y wiwas, ubicados en la Sierra Nevada de Santa Marta; barí o motilones, en la Serranía del Perijá, y yukpas y chimilas, en la cordillera oriental.
A pesar de haber desarrollado importantes liderazgos y esfuerzos de estructuración colectiva, sus comunidades se han desangrado por el horror de la guerra.
Muchos de ellos han sido violentados y discriminados, una situación agravada por el conflicto armado, cuando sus territorios fueron sometidos por guerrilleros, paramilitares y agentes de la fuerza pública.
Una afectación que ocasionó pérdidas humanas y generó conflictos culturales, desplazamientos, arraigos con la tierra y daños espirituales, que para ellos son irreparables.
“Más allá de estas estadísticas de los muertos, que pueden contarse por montones, hay otro tipo de violencia que se ha establecido desde tiempo inmemoriales, ya que las culturales occidentales han considerado parte de nuestras prácticas tradicionales como diabólicas, eso también es generador de violencia”, explicó un miembro de las comunidades indígenas.
Biblioteca y Casa de la Memoria Indígena
Para salvaguardar la historia de los pueblos indígenas de esta sección del caribe colombiano, al igual que fortalecer sus legados ancestrales, preservar la palabra oral y escrita, se construyó la Biblioteca y Casa de la Memoria Indígena.
El espacio está localizado en las entrañas del Simunurwa, uno de los centros poblados del resguardo indígena arhuaco, estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, jurisdicción de Pueblo Bello (Cesar).
Se trata de una obra liderada por el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Cultura, la cual reúne una colección bibliográfica que superan más de 2.500 títulos, entre ellos libros especializados en temas indígenas y textos digitales para diversos públicos.
Además de los talleres de lectura y escritura, la biblioteca ofrece seminarios y talleres de narrativa, legislación indígena, gastronomía, bilingüismo (lectura y escritura en español-Iku), ilustración, ente otros.
Es la primera que se construye en esta zona del país y busca extender sus servicios a las personas de las comunidades de Jimain, Nabusimake, Jewrwa, Ati Kwakumuke, Gun Aruwun, Bunsinchama, Mamarwa y Nuevo Colón y hacer de este espacio un punto de encuentro para compartir sus tradiciones, fortalecer su cultura y adquirir nuevos conocimientos.
“El concepto es mucho más amplio que una biblioteca, es un centro de encuentros, para hacer memoria incluso de los temas del conflicto armado, realizar exposiciones e intercambiar conocimientos que permite compartir transmisión generacional de sus costumbres y la relación intercultural que existe entre estas comunidades”, recalcó Luis Sevilla.
Más que una infraestructura
Desde el 2018, cuando empezó a desarrollarse la construcción de su infraestructura, se vienen liderando actividades enfocados en programas de formación en bilingüismo y comunicación, liderados por Hugo Jaimoy, con el apoyo del Ministerio de Cultura, la Biblioteca Nacional de Colombia y otras instituciones.
“Este proyecto se desarrolló entre el Resguardo Indígena Arhuaco y el Ministerio Cultura, en el marco del Plan Nacional de Lectura, Escritura y Oralidad “Leer es mi cuento”. Es un espacio donde ellos puedan compartir alrededor de la palabra y preservar todos los conocimientos y saberes del pueblo Arhuaco”, manifestó Diana Patricia Restrepo, directora de la Biblioteca Nacional de Colombia.
En la construcción, que terminó en el 2019, se implementaron diseños y técnicas arhuacas, donde participó la misma comunidad indígena, quienes definirán, además, los talleres y actividades que se vienen liderando en este espacio.
“Todos debemos seguir tejiendo e hilando esfuerzos para hacer de este espacio un lugar de creación, de transformación, de la palabra y del pensamiento, para seguir construyendo la Sierra como un territorio de paz”, precisó Felipe Buitrago, ministro de Cultura, durante el acto de inauguración que tuvo lugar el pasado fin de semana.
Estos programas benefician alrededor de 1.500 personas, que son quienes viven en los centros poblados más cercanos.
“La proyección es que el mismo pueblo indígena, en este caso, los arhuacos, se capacite para poder escribir su propia historia. Los contenidos tienen que ser considerados como conocimientos propios de los pueblos indígenas pero que se puede equiparar a cualquier pensamiento y conocimiento de cualquier cultura en el mundo”, Hugo Jamioy, coordinador de la Biblioteca.
Sin embargo, a través de programas de extensión bibliotecaria, se busca que la biblioteca visite escuelas y territorios lejanos, a más de dos días de camino, para realizar actividades de lectura y de tradición oral.
“Es una oportunidad para que la comunidad a través de sus niños, jóvenes y adultos mayores que están estudiando, puedan acceder a este tipo de información necesarios para fortalecer y superar índices de analfabetismo”, agregó Hugo Jamioy, coordinador de la Biblioteca.
Fuente informativa:
eltiempo.com
Directora de Comunicaciones de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva,
Amplia experiencia en diferentes medios: Periodismo, Imagen Corporativa, Comunicación Organizacional, Marketing político, Relaciones Públicas, Protocolo, Proyectos Televisivos a nivel nacional, Asesoría de comunicación, Desarrollo de páginas Web y Mercadeo.