Combates con el Ejército frustran un retén ilegal del EMC, evidenciando la ruptura del cese al fuego en la región.
En un operativo militar realizado este lunes en el municipio de Tuluá, Valle del Cauca, tres presuntos integrantes de las disidencias de las FARC fueron dados de baja durante combates con el Ejército Nacional. Este hecho se produce en un contexto de tensa situación en la región, tras la ruptura de las negociaciones de paz con el Estado Mayor Central (EMC). ( Además: Motociclista muere al chocar con caballo en San Diego, Cesar )
Tropas de la Tercera Brigada del Ejército se enfrentaron en la mañana del lunes con miembros de las disidencias de Adán Izquierdo, pertenecientes al EMC, en zona rural de Tuluá. Según información oficial del Ejército, esta ofensiva militar logró frustrar la instalación de un retén ilegal que el grupo armado pretendía utilizar para extorsionar a la población civil y realizar proselitismo. La acción del Ejército evitó que la comunidad se viera afectada por las acciones delictivas de este grupo.
Contexto de las negociaciones fallidas con el EMC
El Gobierno colombiano había intentado establecer un proceso de paz con el Estado Mayor Central (EMC), uno de los grupos disidentes surgidos tras la firma del acuerdo de paz con las FARC. Este grupo, liderado por alias ‘Iván Mordisco’, se había convertido en un actor relevante en varias regiones del país. Sin embargo, debido a los constantes ataques perpetrados por sus frentes contra las fuerzas de seguridad y la población civil, especialmente en el departamento del Cauca, el Gobierno decidió dar por terminadas las negociaciones con buena parte de esta disidencia durante el año pasado.
Este nuevo enfrentamiento en Tuluá evidencia la compleja situación de orden público en algunas zonas del país y la dificultad para mantener un cese al fuego efectivo con todos los grupos armados. La decisión del Gobierno de suspender las negociaciones con el EMC refleja la falta de voluntad de algunos sectores de la disidencia para avanzar hacia una solución pacífica. Los continuos ataques y acciones delictivas obligaron al gobierno a tomar medidas contundentes.
La baja de estos tres presuntos disidentes en Tuluá representa un golpe para la estructura del EMC en la región, aunque también subraya la persistencia de la amenaza que representan estos grupos para la seguridad y la estabilidad del país. Las autoridades continúan con operativos para mantener el control del territorio y proteger a la población civil.
Fuente informativa:- Agencia EFE