Un artefacto explosivo causa la muerte de una mujer y dos uniformados de la Policía Nacional, generando repudio y acciones de búsqueda de responsables.
En la tarde de este miércoles 24 de mayo, un nuevo acto terrorista sacudió el municipio de Tibú, en Norte de Santander, dejando un saldo trágico de tres víctimas mortales y ocho heridos. El artefacto explosivo detonó alrededor de las 2:30 p.m. en el sector de la vía La Uno, desatando una tragedia que ha conmocionado a la comunidad y ha puesto en alerta a las autoridades.
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El ataque indiscriminado, perpetrado contra la Policía Nacional, cobró la vida de una valiosa mujer y dos valerosos uniformados. Además de las víctimas fatales, la potente explosión provocó la caída de postes de luz, sumiendo a la zona en la oscuridad y dejando a gran parte de la comunidad sin energía eléctrica.
El presidente de la República, Gustavo Petro, no tardó en pronunciarse, expresando su rechazo contundente hacia este acto de terrorismo. “Un abrazo de solidaridad para las familias de las víctimas de este atroz hecho. Este acto criminal no quedará en la impunidad”, declaró el mandatario, prometiendo acciones firmes para dar con los responsables y llevarlos ante la justicia.
Entre las víctimas mortales se encuentran el Subintendente Ángelo Raúl Martínez Arévalo y el patrullero Andrés Idarraga Orozco, quienes perdieron la vida mientras cumplían con su deber de proteger a la comunidad.
Ante este lamentable suceso, el Ministerio de Defensa ha ofrecido una recompensa de $200 millones a quien brinde información que conduzca al paradero de los autores de este acto vil y cobarde. En la zona se ha identificado la presencia del frente Juan Fernando Porras Martínez del ELN y un reducto de la estructura 33 de las disidencias de las Farc, quienes son señalados como posibles responsables de esta nueva tragedia.
La comunidad, consternada y preocupada por la escalada de violencia en la región, clama por justicia y paz. Las autoridades, por su parte, han desplegado un operativo de búsqueda y captura para dar con los responsables y evitar que hechos de esta naturaleza se repitan en el futuro.
El terrorismo no puede ser la voz que silencie la esperanza y la tranquilidad de una sociedad. Es momento de unirnos como país y poner fin a la violencia que tanto dolor y sufrimiento ha causado. La memoria de las víctimas exige justicia y el compromiso de construir un futuro seguro y en paz para todos los colombianos.
