Internos protestan por la precaria alimentación suministrada por la Unión Temporal Andina de Colombia, generando una grave crisis dentro del penal y exigiendo la intervención de las autoridades.
La cárcel de mediana y máxima seguridad San Isidro de Popayán, Cauca, se encuentra en una situación crítica debido a una protesta que ya completa cinco días. ( Además: Consejo de seguridad revisará investigación de la masacre Lora )
Los reclusos han iniciado una huelga de hambre y otras medidas de presión en rechazo a las precarias condiciones del servicio de alimentación que se ofrece en el penal. La situación se agrava ante la falta de una respuesta efectiva por parte de las autoridades competentes.
La inconformidad de los internos se centra en la gestión de la Unión Temporal Andina de Colombia, empresa contratada en diciembre de 2024 para suministrar alimentos a los 2.800 reclusos. Los internos denuncian que la empresa solo puede proveer comida para 800 personas, lo que genera graves deficiencias en el servicio. Como medida de protesta, los reclusos de los patios 3, 4, 6 y 7 se declararon en desobediencia e iniciaron una huelga de hambre.
Algunos internos han llegado al extremo de coserse los labios en señal de protesta. Ocho de ellos presentan problemas de salud debido a la huelga y aún no han recibido atención médica adecuada, lo que agrava la situación.
Denuncias de los internos sobre el servicio de alimentación
Los detenidos afirman que desde diciembre se han presentado constantes retrasos en la entrega de los alimentos. Según sus testimonios, el almuerzo se sirve cerca de las 7 de la noche y la comida, pasadas las 11 p.m. Además, se han suprimido productos básicos de la dieta, como la carne y el arroz, lo que ha generado mayor malestar entre la población carcelaria. La situación es insostenible para los reclusos.
La inconformidad no se limita a los patios que actualmente participan en la protesta. Los internos advierten que, de no recibir una respuesta pronta y soluciones concretas, los demás pabellones también se unirán a la huelga. Esto podría escalar la situación y llevar a la participación de los 2.800 reclusos, generando una crisis de mayores proporciones dentro del penal.
Llamado a la intervención de las autoridades competentes
Desde el interior del penal, los reclusos han solicitado la intervención urgente de la Defensoría del Pueblo y la Personería Municipal para que actúen como mediadores en la situación. Sin embargo, hasta el momento no se ha logrado establecer una mesa de diálogo entre los internos, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) y la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (Uspec). La falta de un pronunciamiento oficial por parte de estas entidades agrava la tensión y la incertidumbre dentro de la cárcel.
Los internos temen que esta crisis trascienda las fronteras de la cárcel San Isidro y motive protestas similares en otros penales del país. La precaria situación alimentaria y la falta de atención a sus demandas podrían generar un efecto dominó en el sistema penitenciario colombiano. La situación en San Isidro es crítica.
Fuente informativa:- API