Nuevos rastros podrían ser clave en la localización de los menores extraviados.
Las autoridades no descansan en su incansable búsqueda de los cuatro niños que desaparecieron tras el trágico accidente de una avioneta en las densas selvas de Guaviare el pasado 1 de mayo. En las últimas horas, se han encontrado indicios que podrían arrojar luz sobre el paradero de los pequeños, renovando la esperanza de encontrarlos sanos y salvos.
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Entre los hallazgos más recientes destaca un pañal usado que, según fuentes cercanas a la investigación, pertenecería al menor de tan solo 11 meses, identificado como Cristin Neriman Ranoque Mucutuy. Además, se han descubierto una carcasa de celular, la tapa de un biberón y unos tenis, todos ellos encontrados a una distancia de aproximadamente 500 metros del lugar donde se encontró la avioneta siniestrada.
Las Fuerzas Militares, en estrecha colaboración con indígenas de la región, han intensificado las labores de búsqueda durante los últimos 24 días. El coronel Gustavo Narváez, comandante del regimiento de las Fuerzas Especiales del Comando Conjunto de Operaciones Especiales, reveló que los indicios encontrados apuntan a que los niños podrían estar enfrentando esta dura travesía en solitario.
"Todos los indicios que hemos encontrado apuntan a que los niños se encuentran solos. Hemos localizado huellas de chanclas pequeñas y rastros de pies descalzos de tamaño diminuto, lo cual sugiere que los pequeños están enfrentando esta situación sin compañía adulta. En ningún momento hemos encontrado rastros de calzado de adultos de gran tamaño", comentó el coronel Narváez.
La esperanza se avivó cuando, una semana después del inicio de la búsqueda, se encontró un biberón que podría haber sido utilizado por los menores. Además, se descubrió un maracuyá en la zona, lo que sugiere que los niños pudieron haber recurrido a esa fruta como fuente de alimento.
Militares, respaldados por la colaboración invaluable de los indígenas locales, no cejan en sus esfuerzos por dar con el paradero de los pequeños. En esta misión, se han sumado más de 130 Comandos de las Fuerzas Especiales y alrededor de 90 indígenas provenientes de los departamentos de Cauca, Putumayo, Caquetá y Guaviare. Juntos, luchan contra el tiempo y la adversidad en busca de un final feliz en esta historia de supervivencia y esperanza.