Conflicto entre ELN, Clan del Golfo y disidencias de las FARC genera crisis humanitaria.
La violencia en el departamento del Chocó ha llegado a niveles críticos, según alertó monseñor Mario Álvarez Gómez, obispo de la Diócesis de Istmina. El conflicto armado, que enfrenta al Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Clan del Golfo y posiblemente a disidencias de las FARC, ha convertido a la región en un escenario de guerra. Esta lucha por el control territorial ha provocado desplazamientos forzados y confinamientos de comunidades enteras, dejando a la población civil en una situación de extrema vulnerabilidad. ( Además: Renuncia ministra de Agricultura tras cambios en el gabinete )
Los municipios de Istmina, Medio San Juan, Nóvita, Sipí y Litoral del San Juan son los más golpeados por la violencia. La disputa entre los grupos armados ilegales se centra en el control de las rutas del narcotráfico, el tráfico de migrantes y la minería ilegal. Estas actividades ilícitas han convertido al Chocó en un epicentro de violencia, donde la población sufre las consecuencias de un conflicto que parece no tener fin.
Advertencias del obispo Mario Álvarez Gómez
En entrevista con la Revista Semana, el obispo Álvarez Gómez alertó sobre las devastadoras consecuencias que este conflicto podría tener para la población. Según el religioso, la disputa entre el ELN y el Clan del Golfo se ha intensificado en los últimos meses, y ahora se suma la posible llegada de las disidencias de las FARC.
"La disputa estaba entre estos dos grupos, el ELN y las EGC (Ejército Gaitanista de Colombia, es decir, el Clan del Golfo), que vienen presionando para tomar el dominio de este espacio, dado el histórico olvido del Estado y los diferentes gobiernos. Ahora las disidencias de las FARC, según se puede deducir, quieren ir subiendo por las aguas arriba del río San Juan y estrechar también al ELN", explicó el obispo.
El líder religioso advirtió que miles de personas están en riesgo de ser desplazadas debido a los combates entre los grupos armados. "Está avisado una confrontación entre los diferentes grupos, un desplazamiento de todas estas comunidades a las cabeceras municipales", aseguró. Además, comparó la situación con la crisis humanitaria en el Catatumbo, otra región gravemente afectada por la violencia en Colombia.
"Lamentamos profundamente lo sucedido en el Catatumbo, pero lo que viene cocinándose en este Medio San Juan apunta a ser muy doloroso", afirmó.
Llamados urgentes al Gobierno y la comunidad internacional
Ante este panorama, el obispo hizo un llamado urgente al Gobierno Nacional y a la comunidad internacional para que intervengan y eviten una crisis humanitaria aún mayor. "Un llamado al Gobierno Nacional y a todas las instancias nacionales e internacionales para que nuevamente detengan su mirada sobre esta región del departamento del Chocó", pidió.
La gobernadora del Chocó, Nubia Carolina Córdoba, también ha denunciado la gravedad de la situación. A través de su cuenta de X (antes Twitter), la mandataria alertó sobre el desplazamiento y confinamiento de comunidades enteras en la cuenca media del río San Juan, especialmente en el corregimiento de Puerto Murillo.
"El país ha probado en las últimas semanas que sí se pueden tomar medidas extraordinarias para rescatar a la población del conflicto. Y hemos insistido en que la crítica situación humanitaria del Chocó, debidamente probada y registrada después de 8 paros armados y del sufrimiento de las víctimas, no amerita menos", expresó.
Además, Córdoba recordó que el Gobierno Nacional había prometido hace dos años la implementación de una "Maqueta Humanitaria" para atender la crisis en la región, pero hasta el momento no se ha concretado ninguna acción efectiva.
Fuente informativa:- API
