La violencia en la frontera entre Teorama y Ocaña, Norte de Santander, deja víctimas civiles, uso de drones con explosivos y amenaza de desplazamientos masivos.
La violencia armada se intensificó en las últimas horas en el Catatumbo, dejando cinco personas fallecidas en enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las FARC en los límites de Teorama y Ocaña, Norte de Santander. Cuatro de las víctimas viajaban en una camioneta cuando fueron alcanzadas por fuego cruzado entre las estructuras criminales. ( Además: Uribe Turbay muestra mejoría neurológica en Fundación Santa Fe )
Además, fue hallado el cuerpo sin vida de una mujer que había sido secuestrada dos días antes, abandonado al borde de una vía. Las autoridades reportaron que los combates se concentraron en el sector de Cerro de las Flores , un área estratégica para el control de rutas de narcotráfico y rentas ilegales, lo que ha generado pánico en la población local.
La situación de violencia obligó a suspender actividades académicas en la escuela de la vereda Llano Verde , en el corregimiento de Aguas Claras , debido al riesgo de quedar atrapados en los enfrentamientos. Un factor alarmante es el uso de drones cargados con explosivos por parte de los grupos armados, una táctica que ha elevado exponencialmente el peligro para los civiles y la infraestructura local.
Este tipo de ataques ha generado pánico generalizado en poblaciones cercanas, donde familias reportan dificultades para acceder a servicios básicos o salir de sus hogares por temor a tiroteos o artefactos explosivos. Las autoridades advierten que la presión de estos grupos podría desencadenar desplazamientos masivos hacia áreas urbanas como Ocaña.
Operación militar y medidas de protección
Ante la escalada, tropas del Ejército Nacional y la Fuerza Aérea iniciaron operaciones desde Ocaña para contener los enfrentamientos y proteger a la población. Las acciones incluyen patrullajes aéreos con helicópteros y aviones, así como el despliegue de unidades terrestres para reforzar la seguridad en zonas críticas.
Pese a los esfuerzos institucionales, cientos de personas se encierran en sus viviendas por miedo a que los disparos o explosivos las alcancen. La Defensoría del Pueblo ha alertado sobre el riesgo de violaciones a los derechos humanos y la necesidad de garantizar la protección de la población civil en medio del conflicto armado.
Este episodio refleja la persistente inestabilidad en el Catatumbo , donde la vacancia estatal y la disputa por el control territorial entre organizaciones criminales han generado un clima de miedo y desplazamiento . La presencia del ELN y disidencias de las FARC en la región complica aún más la seguridad, especialmente con tácticas como el uso de drones para ataques , una práctica cada vez más común en zonas de conflicto.
El gobierno departamental y nacional enfrenta el reto de coordinar una respuesta efectiva que no solo contenga la violencia, sino que también fortalezca la presencia institucional y prevenga nuevas víctimas civiles. Mientras tanto, las comunidades locales continúan en estado de alerta, esperando una solución que permita retomar la normalidad en sus vidas.
Fuente informativa:- La Razón