Los frutos de sus prédicas se han extendido a muchas parroquias de Valledupar.
En el Cesar son muchos los sacerdotes católicos que han consagrado su vida a la predicación del evangelio.
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El presbítero catecúmeno, José Manuel Castañeda Sánchez, de 81 años de edad, es un referente de esta obra evangelizadora. Muchos feligreses lo describen como una persona abnegada, comprometida con su misión, alejado de los bienes terrenales.
Nació en el municipio El Retiro, situado en la subregión Oriente de Antioquia, en el seno de una humilde familia conformada por sus padres, Vicente Castañeda y María del Rosario Sánchez (Fallecidos).
Trayectoria
Ingresó al Seminario Menor de Barrancabermeja (Santander) a los trece años, donde fortaleció su formación humana, espiritual, apostólica e intelectual. Fue ordenado como sacerdote por Monseñor, Vicente Roig y Villalba.
Desde hace más de medio siglo (53 años) ha estado al servicio de la Diócesis de Valledupar, animando y fomentando la vida cristiana a la comunidad cesarense.
Su aporte generoso del evangelio se ha extendido a diferentes parroquias localizadas en La Paz, Agustín Codazzi, Valledupar y su área corregimental, como Valencia de Jesús, Aguas Blancas, Mariangola, Caracolí y Los Venados. También en San Juan del Cesar y Fonseca (La Guajira), entre otras regiones.
“Varios presbíteros tuvieron al padre José Manuel como referente y pastor espiritual”, comenta con agrado, una de las feligresas de la parroquia San José Obrero, del barrio Primero de Mayo de Valledupar, donde evangelizó durante muchos años.
‘Casta’ como le dice cariñosamente la comunidad, fue fundador del Camino Neocatecumunal en la hidalga ciudad del Cacique Upar. En la primera comunidad que se inició en 1976, en esta misma parroquia. En el transcurso de su larga misión pastoral ha prevalecido una vocación firme de hermandad.
“Trabajó conjuntamente con otros sacerdotes, como Rafael Calixto Daza en la iglesia Nuestra Señora del Carmen y Armando Becerra Morón en la parroquia Inmaculada Concepción”, recuerda un miembro de esta comunidad.
Los frutos de sus prédicas también se hicieron sentir en las parroquias Cristo Rey del barrio 12 de octubre de Valledupar.
Su gozo al proclamar la palabra de Dios, lo llevó a ser Vicecanciller del Obispo de Valledupar, Vicente Roig y Villalba, en 1970.
Su corazón apostólico, su mandamiento de amor y humildad, caminaron con seguridad espiritual en el Colegio La Sagrada Familia, Casa del Abuelo y como capellán en la Cárcel Judicial de Valledupar, donde evangelizó a los privados de libertad.
También hizo una gran labor en otras iglesias de esta ciudad, como La Anunciación, y La Natividad de María. Hasta noviembre del 2022 se desempeñó como vicario en la Inmaculada Concepción por más de 20 años.
El 29 de noviembre del año anterior, fue internado en la Clínica Santa María de Valledupar, donde lo remitieron de emergencia a barranquilla para una intervención quirúrgica.
Su estado de salud se complicó durante las últimas semanas tras su postoperatorio.
Actualmente se encuentra hospitalizado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Instituto Cardiovascular del Cesar. Los feligreses de esta región se unen en oración por su pronta recuperación.