Diez militares del Batallón La Popa enfrentan seguimiento por asesinato en 2005.
Por el asesinato de Noemí Pacheco Zabatá, una menor indígena embarazada de 13 años, y su pareja Hermes Carrillo Arias, de 23 años, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) realizó una Audiencia de Seguimiento al Régimen de Condicionalidad de 10 militares del Batallón de Artillería No. 2 ‘La Popa’ de Valledupar. (Además: Gobernación del Cesar propone creación de parque industrial)
Detalles del incidente
El 9 de febrero de 2005, en el corregimiento de Atánquez, Valledupar, los militares sacaron a la fuerza a Nohemí y Hermes de sus ranchos, acusándolos de colaborar con el frente 59 de las FARC. Minutos después, los hicieron correr por una carretera y les dispararon por la espalda. Nohemí, embarazada de dos meses, fue una de las tres víctimas.
Los militares, señalados por las AUC, hicieron pasar a las víctimas como miembros de las FARC, colocando armas y vestimenta comprada en Valledupar para simular un combate. Ronal Acuña Díaz, exmilitar procesado, reveló estos detalles ante el magistrado José Miller Hormiga de la JEP.
Arrepentimiento y nexos
Acuña Díaz confesó que no sabían que Nohemí era menor hasta que los familiares reclamaron el cuerpo. También reveló que recibieron permisos y bonos por el doble homicidio. En medio de lágrimas, se arrepintió y confirmó los nexos de los altos mandos del Batallón La Popa con paramilitares.
Jaime Arias, cabildo mayor Kankuamo, destacó la importancia de la audiencia para dignificar a las víctimas y sus familias. Un líder Wiwa mencionó que el estado fue condenado administrativamente y aún debe pedir perdón al pueblo Wiwa.
Fuente informativa:- Cacica Estéreo