Gustavo Miranda Flórez no tenía nada que ver en el ataque sicarial y una bala ‘perdida’ lo mató.
Gustavo Adolfo Miranda Flórez tenía 69 años y hace un año tuvo una isquemia que lo dejó prácticamente sin poder laborar.
El hombre de la tercera edad estaba al cuidado de una hija y como de costumbre ella lo bañaba todas las mañanas en el baño de su casa, ubicada en la carrera 7D con calle 75, barrio El Bosque, en el suroccidente de Barranquilla.
El jueves anterior esa rutina cambió por un desagradable hecho cuando un sicario en la calle empezó a perseguir a Jonathan Velásquez Mercado, quien según el reporte de la Policía se bajó de un carro y corrió hacia un apartamento de su propiedad, pero al tratar de huir de su verdugo se pasó al patio del inmueble donde residía Gustavo con su hija.
“Al que venían persiguiendo entró por la puerta del patio y el sicario con una patada abrió la puerta de la entrada a la casa. El señor trató de refugiarse en el baño en momento en que estaba bañando a mi papá. Fue allí cuando entró el sicario persiguiendo al otro hombre y disparó”, contó la hija de Gustavo.
En el momento en que el sicario le disparaba a Jonathan, una bala alcanzó a Gustavo.
“A mí no me alcanzó a herir, pero mató a mi papá”, contó la hija.
Jonathan murió en el acto, mientras que Gustavo fue llevado a la Clínica San Ignacio y luego remitido a la Clínica Portoazul, donde se produjo su deceso este domingo.
La familia de Gustavo espera que la Policía encuentre con los responsables de este doble homicidio.
En el caso de su familiar precisaron que él nada tenía que ver en los hechos y terminó pagando con su vida la sevicia de un sicario que por matar a otra persona se llevó por delante a Gustavo.
Fuente informativa:
zonacero.com
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