Ante el descontento por los alimentos, los internos lanzaron piedras al techo del centro carcelario.
Ludys Ovalle Jácome
Especial para El Tiempo
Valledupar
Una cena de ‘bollo con pollo desmechado’ fue el detonante que desencadenó una reciente asonada al interior de la Cárcel Municipal de Chiriguaná (centro del Cesar).
Ante el descontento por los alimentos, los internos lanzaron piedras al techo del centro carcelario, ya que, según la directiva del penal, habían solicitado a la cocinera un ‘menú de fritos’.
“La minuta contiene harina y a la semana comen dos veces bollo con queso rallado. En días anteriores rechazaron esta comida y la cocinera les venía sirviendo rosquetes, arepas, empanadas. El aceite se acabó y les hizo bollo”, explicó Cristian Galindo, director de la cárcel.
“No puedo salir a ‘pechicharlos’, muchos de ellos no tienen recursos y en sus casas poco comían. Aquí tienen todo y cuando no les gusta el menú botan los alimentos y generan revuelta”, recalcó el funcionario.
Atizados por la molestia, los reclusos del patio dos, rompieron el candado y las varillas de la puerta principal. Al percatarse de la escasa seguridad que existe en el lugar, cinco de ellos lograron huir.
“La versión que tenemos, es que con la hojilla de la segueta que utilizan para hacer manualidades, rompieron las varillas. Eran muchos los que estaban alterados, lastimosamente tenemos cuatro guardias de seguridad y no tienen herramientas suficientes para frenar cualquier ataque”, subrayó el director.
Entre las reclusas que se escaparon se encuentran Adriana Beatriz Noguera Daza, quien venía pagando una condena anticipada de 16 años por el delito de homicidio agravado y Magdalena Ortega Barrios, por secuestro simple. Ambas de nacionalidad venezolana.
“Adriana Beatriz se refugió en una vivienda y luego fue recapturada. Está sindicada de matar a una mujer por celos y hoy será la audiencia de legalización por el delito de fuga de preso”, destacó Galindo.
Los otros prófugos fueron identificados como: Fredy Javier Oliveros, Salas; sindicado del delito hurto calificado agravado, Luis Ángel Martínez Gutiérrez; por fabricación tráfico y porte de tenencia de armas de fuego, Luis Eduardo Tarazona Villamizar, por tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
Las autoridades pusieron en marcha un dispositivo para recapturar a estas personas.
El centro penitenciario
La Cárcel Municipal de Chiriguaná fue construida hace 80 años, tiene capacidad para 35 personas. Actualmente hay 40 detenidos.
No es la primera vez que se registra una situación similar en este centro penitenciario.
En 2019, dos internos huyeron del penal y el año pasado, escaparon cinco, quienes fueron recapturados tras una recompensa de cinco millones de pesos que ofreció la alcaldía de este municipio.
“El personal de seguridad es insuficiente. Necesitamos más policías en el municipio, en este momento hay 15. Un patrullero para la vigilancia de esta población no es suficiente”, enfatizó.
El centro cobija a reclusos de Chimichagua, El Paso, Astrea, La Jagua, Curumaní y Pailitas.
“Estos municipios deben pasar un porcentaje del 4 por ciento para manejo de la situación carcelaria. Nos hemos cansado de solicitar que nos apoyen para el mantenimiento del lugar y hacen caso omiso. Tendremos que ponernos en cintura para no recibir más presos de allá”, aseguró.
Fuente informativa:
eltiempo.com
Directora de Comunicaciones de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva,
Amplia experiencia en diferentes medios: Periodismo, Imagen Corporativa, Comunicación Organizacional, Marketing político, Relaciones Públicas, Protocolo, Proyectos Televisivos a nivel nacional, Asesoría de comunicación, Desarrollo de páginas Web y Mercadeo.