La falta de lluvia, el bajo nivel de los ríos y las altas temperaturas han generado emergencias en varias regiones.
El verano ha causado estragos en más de 100 municipios del Caribe colombiano, donde la sequía ha afectado la agricultura, la ganadería, el abastecimiento de agua y el medio ambiente.
(Además: Niño de dos años muere ahogado en piscina en El Paso)
La situación es crítica en los departamentos de Atlántico, Bolívar, Córdoba, Magdalena, Sucre y La Guajira.
Según el Ideam, la temporada seca se extenderá hasta marzo, lo que aumenta el riesgo de incendios forestales, desabastecimiento de agua y pérdidas económicas. Además, el fenómeno de La Niña ha disminuido las precipitaciones en la región, lo que ha provocado que el nivel del río Magdalena y el Canal del Dique baje entre 5 y 10 centímetros diarios.
Medidas de emergencia
Ante esta coyuntura, varios municipios han declarado la calamidad pública para atender las necesidades de la población. Es el caso de Campo de la Cruz, en el Atlántico, donde el río Magdalena ha bajado tres metros y ha afectado la bocatoma del acueducto local. La Gobernación ha enviado carrotanques para suministrar agua a las familias.
En Córdoba, los municipios más golpeados por la sequía son Ciénaga de Oro, Puerto Escondido, Cereté, San Carlos, Sahagún, Lorica, San Bernardo del Viento y la zona rural de Montería. Allí se han reportado pérdidas en los cultivos de maíz, plátano, yuca y arroz, así como en el hato ganadero.
En Sucre, la situación es crítica en Sincelejo, Colosó, Chalán, Toluviejo, Ovejas y San Onofre, donde se han presentado incendios forestales, desabastecimiento de agua y daños en la infraestructura vial. En La Guajira, la sequía ha agudizado la crisis humanitaria de las comunidades indígenas wayúu, que padecen de hambre, sed y enfermedades.
Acciones de prevención
Para enfrentar la sequía, las autoridades han implementado varias acciones de prevención y mitigación. Entre ellas, se destacan el fortalecimiento de los distritos de riego, la construcción de pozos y jagüeyes, la entrega de kits agrícolas y pecuarios, la activación de planes de contingencia y la sensibilización de la ciudadanía para el uso racional del agua.
Asimismo, se ha solicitado el apoyo del Gobierno nacional para declarar la emergencia económica, social y ecológica en el Caribe colombiano, y así acceder a recursos extraordinarios que permitan atender la situación. También se ha pedido la intervención de organismos internacionales para brindar asistencia humanitaria a las poblaciones más vulnerables.