Arresto de hombre revela la vulnerabilidad de los sistemas de seguridad y plantea dudas sobre medidas de prevención.
En la tranquila ciudad de Tunja, el mundo digital fue testigo de un audaz acto delictivo que ha sorprendido a autoridades y ciudadanos por igual. Un hombre ha utilizado suplantación de identidad y el aprovechamiento de ayudas estatales para llevar a cabo una intrincada trama criminal.
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La sofisticación y astucia desplegadas por este individuo ponen de manifiesto la vulnerabilidad de los sistemas de seguridad y plantean serias interrogantes sobre la eficacia de las medidas de prevención actuales.
En un operativo policial llevado a cabo en una de las oficinas Gane-SuperGiros en Tunja, se logró la captura de este individuo que había estado cobrando ayudas en diferentes municipios, utilizando múltiples cédulas de ciudadanía. Cada una de ellas mostraba una foto distinta, pero todas correspondían a personas reales con nombres y números de identidad legítimos.
La vigilancia atenta de los empleados permitió detectar sus movimientos y gracias a la tecnología de identificación biométrica ‘Morfo Rap’, que se conecta directamente con las bases de datos de la Registraduría y del sistema penal acusatorio, se confirmó su verdadera identidad. Además, se descubrió un historial delictivo que incluía falsificación de moneda y robos.
El motivo detrás de esta trama de suplantación de identidad era sencillo: el individuo pretendía cobrar el subsidio solidario otorgado por el Departamento de Prosperidad Social del Gobierno colombiano. Este beneficio, implementado durante la pandemia, buscaba aliviar la carga económica de las familias necesitadas, otorgando $500.000 por hogar. Hasta diciembre del año pasado, más de cuatro millones de hogares en todo el país recibieron esta ayuda.
Aprovechando la extensión del plazo para reclamar este subsidio hasta el 30 de junio, el suplantador logró cobrar al menos $4 millones, haciéndose pasar por varios beneficiarios legítimos.
Este caso pone de manifiesto la importancia de fortalecer los sistemas de seguridad y prevenir la delincuencia digital. Las autoridades deben revisar y mejorar las medidas de identificación y verificación, así como fortalecer la protección de los datos personales de los ciudadanos. La lucha contra este tipo de fraudes se vuelve cada vez más crucial en un mundo digital en constante evolución.