Se trata de una iniciativa donde la población en condición de discapacidad fortalece sus destrezas.
Ludys Ovalle JácomeEspecial para El Tiempo
Valledupar
José Fernando Ruíz Rojas es un niño con síndrome de Down que, desde los cuatro años, hace de la natación su mejor aliada de superación.
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Esta es la primera puerta hacia el camino de este deporte. Más allá de los aspectos técnicos y metodológicos, esto le ha permitido dominar su cuerpo con movimientos naturales, favorecer su espíritu competitivo y reforzar sus habilidades físicas.
Su pasión por esta actividad comenzó a temprana edad, impulsado por sus padres José Fernando Ruíz Ochoa y Biannys Milena Rojas Rodríguez, quienes practican Running.
“El niño tiene un coche especial y nos ha acompañado en la media maratón que hemos participado en Bogotá, Barranquilla, Cartagena y Montería. El deporte estimula su desarrollo psicomotor, sistema cardiorrespiratorio y fuerza general del cuerpo”, comenta Ruíz Ochoa, padre del menor.
Durante los últimos meses, el niño ha logrado destacarse en el medio acuático mediante un programa de inclusión y desarrollo de capacidades deportivas liderado por la Caja de Compensación Familiar (Comfacesar) en Valledupar.
Algunos niños por su condición suelen llegar reprimidos, pero la actividad física logra su desarrollo motriz
Se trata de una iniciativa donde la población en condición de discapacidad fortalece sus destrezas junto a otros niños regulares. En igual sentido, contribuye al mejoramiento de su calidad de vida, fortifica el trabajo en equipo, disciplina y organización.
“Algunos niños por su condición suelen llegar reprimidos, pero la actividad física logra su desarrollo motriz. Cualquier disciplina influye en sus emociones y además fortalece la interacción social que tienen con otros compañeritos que no padecen este síndrome”, detalla Andrés Panesso, coordinador del programa.
La clave para estar al máximo nivel conlleva horas de entrenamiento y una buena dosis de paciencia, por ello los instructores no se obsesionan con los resultados a corto tiempo.
“Los ejercicios son repetitivos. La idea es que el grupo aprenda junto. Esto ayuda para que socialmente conozcan de cerca sus características, porque ven en el programa una actividad deportiva-recreativa, donde todos potencian sus habilidades físicas”, resaltó el coordinador.
Las clases de natación se desarrollan en las piscinas de ‘La Pedregosa’, zona recreacional de la entidad, donde también participan una veintena de niños autistas, que a través del agua afianzan su confianza y seguridad en sí mismos.
“Son niños que no tienen la posibilidad de practicar este deporte en otros espacios. Los entrenamos para que a través de sus capacidades puedan alcanzar estas metas. La respuesta ha sido positiva y la entidad aspira ampliar esta línea de inclusión hacia otros deportes”, recalcó Eudes Fernando Quinto Martiz, entrenador de natación.

Directora de Comunicaciones de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva,
Amplia experiencia en diferentes medios: Periodismo, Imagen Corporativa, Comunicación Organizacional, Marketing político, Relaciones Públicas, Protocolo, Proyectos Televisivos a nivel nacional, Asesoría de comunicación, Desarrollo de páginas Web y Mercadeo.