El molusco ha afectado a más de 200 cultivos de esta zona del país.
Ludys Ovalle Jácome
Especial para El Tiempo
Valledupar
El agricultor Wilson Rincón lleva más de cuatro años luchando para impedir la invasión de una de las plagas más nocivas en las siembras de frutas y hortalizas: el caracol africano gigante.
La amenaza de este molusco se viene presentando en San José de Oriente, corregimiento de La Paz (Cesar). Aparecieron por primera vez en el 2017, en los patios de La Mochila y la Carreterita, sectores de esta localidad.
Su incontrolable reproducción se ha multiplicado en un 80 por ciento en las fincas de este sector, afectando a más de 200 cultivos de maracuyá, aguacate, limón y cacao.
El impacto de este molusco se ha expandido a otros territorios del Cesar, como Codazzi y Manaure
“Aparentemente parecían un animal inofensivo en medio de los jardines de algunas viviendas. Luego pudrieron todas las plantas y terminó acabando con los cultivos de muchos campesinos. Estamos cuantificando las pérdidas económicas de los cultivadores de esta zona”, recalca Rincón.
El impacto de este molusco se ha expandido a otros territorios del Cesar, como Codazzi y Manaure, donde también ha generado daños en la producción agrícola de cacao y café.
Se ha presentado quemaduras en la piel en algunas personas, porque la baba del caracol. Sabemos que también pueden llegar a transmitir hongos, bacterias y parásitos
La rápida adaptación de esta plaga mortal no solo pone en riesgo los cultivos de estas poblaciones, también ha afectado la salud de algunos lugareños de la región.
“Se ha presentado quemaduras en la piel en algunas personas, porque la baba del caracol. Sabemos que también pueden llegar a transmitir hongos, bacterias y parásitos”, aseguró Delibeth Ardila, representante de la Asociación Guardianes de Paz y Ambiente de San José de Oriente.
Comunidad reclama recursos para erradicación de la plaga
El creciente aumento de esta especie, tiene alarmada a la comunidad de estas zonas del Cesar, ya que, para la erradicación del mismo, se necesitan muchos recursos.
“Como puede, la gente echa el poquito de fertilizante, pero no tenemos las condiciones económicas para comprarlo permanentemente. Un matababosa de alta calidad costaba cinco mil pesos el kilo, hoy equivale a 30 mil pesos. Mientras tanto, sigue creciendo y puede ocasionar una catástrofe en el pueblo”, alertó Rincón.
Nuestros campesinos se van a empobrecer más de lo que están. Por ello, se requieren de medidas urgentes y efectivas, campañas de advertencia a los afectados
En diferentes sectores de Valledupar, la Corporación Autónoma Regional del Cesar (Corpocesar) atendió varios casos, especialmente en solares y lotes enmontados como la Candelaria Norte, Los Cocos, La Esperanza, La Popa, Las Marías y el conjunto residencial Citaringa.
“Por ser un molusco prolífero la recolección debe hacerse de manera permanente, para lo cual los entes territoriales deben facilitar los materiales a la comunidad. Desde la corporación se viene educando a la población afectada en este proceso de recolección, para que la entidad ambiental haga la disposición final”, detalló Mario Zuleta, médico veterinario de Corpocesar.
Ante la proliferación del caracol gigante africano, Didier Lobo Chinchilla, senador cesarense, propone la creación de una comisión del Gobierno Nacional, que le haga seguimiento a lo expuesto en las zonas afectadas, para así poder tomar una pronta solución.
“Nuestros campesinos se van a empobrecer más de lo que están. Por ello, se requieren de medidas urgentes y efectivas, campañas de advertencia a los afectados y potenciales perjudicados en las zonas de riesgo de ataque de esta plaga”, enfatizó Lobo.
Directora de Comunicaciones de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva,
Amplia experiencia en diferentes medios: Periodismo, Imagen Corporativa, Comunicación Organizacional, Marketing político, Relaciones Públicas, Protocolo, Proyectos Televisivos a nivel nacional, Asesoría de comunicación, Desarrollo de páginas Web y Mercadeo.
