Inteligencia venezolana y grupos ilegales persiguen disidentes en Colombia y Chile.
El régimen de Nicolás Maduro ha extendido sus tentáculos más allá de las fronteras de Venezuela, llevando a cabo operaciones encubiertas en Colombia y Chile. La misión: localizar y capturar a aquellos que se oponen a su gobierno. Según informes, estas acciones han contado con el apoyo de organizaciones armadas ilícitas como el ELN y el Tren de Aragua.
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La inteligencia militar venezolana, en una operación que parece sacada de una novela de espionaje, se ha aliado con estos grupos ilegales para desmantelar lo que ellos consideran una conspiración contra Maduro. Tres hombres han sido identificados como los principales objetivos de esta persecución: Ányelo Heredia, Ronald Ojeda y el activista estudiantil Pablo Parada.
La estrategia detrás de las sombras
El teniente coronel Alexánder Gran, conocido por el alias ‘Mano Negra’, es señalado como el cerebro detrás de estas maniobras secretas. La Unidad de Asuntos Especiales de la Dirección General de Contrainteligencia Militar Venezolana, bajo su mando, ha sido acusada de cometer graves violaciones a los derechos humanos, tanto dentro como fuera de Venezuela.
Estas operaciones han generado una ola de críticas y preocupaciones. No solo por la violación de la soberanía de otros países, sino también por el peligro que representan para los derechos y la seguridad de los individuos perseguidos. La comunidad internacional observa con cautela, mientras las tensiones políticas continúan escalando.
Fuente informativa:- infobae