Una investigación periodística revela la alianza entre el régimen venezolano y grupos armados colombianos para exportar cocaína al mundo.
La crisis económica que vive Venezuela ha llevado al gobierno de Nicolás Maduro a buscar nuevas fuentes de ingresos. Una de ellas es el narcotráfico, una actividad ilegal que cuenta con la colaboración de guerrillas colombianas.
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Así lo revela una investigación periodística conjunta de El Miami Herald, Armando Info y la OCCRP, basada en documentos filtrados de autoridades colombianas y testimonios de exfuncionarios del chavismo, agentes de la DEA y exmiembros de la red criminal.
Según la investigación, llamada “NarcoFiles: El nuevo orden criminal”, miembros del gobierno venezolano y de las Fuerzas Armadas forman parte del Cartel de los Soles, una organización que trafica cocaína desde Venezuela a Estados Unidos y Europa.
Para ello, se apoyan en grupos armados colombianos como el ELN y las disidencias de las FARC, que controlan los cultivos de hoja de coca y las rutas de transporte en la frontera entre ambos países.
La investigación señala que Venezuela se ha convertido en un importante punto de exportación de narcóticos, con un estimado de entre 250 y 350 toneladas métricas al año, valuadas en miles de millones de dólares en el mercado.
Esta situación ha complicado las relaciones diplomáticas de Venezuela, ya que se plantea la incertidumbre sobre si al entablar el diálogo con el régimen, se está tratando con revolucionarios que participan ocasionalmente en el narcotráfico o con líderes del narcotráfico que han tomado el control de un país entero.
Entre las figuras del gobierno venezolano presuntamente involucradas con el Cartel de los Soles se encuentran el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, el diputado Diosdado Cabello, el exvicepresidente Tareck El Aissami, el ministro del Interior, Néstor Reverol, el exjefe de inteligencia militar Hugo “El Pollo” Carvajal y el general Clíver Alcalá.