Hoy, a sus 25 años, aspira dejar una impronta personal en todo lo que emprende
Foto: Archivo particular
En su niñez más temprana, Ernesto Angulo Quintero, cantante lírico, supo que tenía facultades para la música.
Esta manifestación artística, suscitó en él sentimientos y emociones que sólo pudo conjugar a través de los instrumentos musicales.
“Cuando era pequeño, le regalamos en navidad un bajo eléctrico, eso fue moldeando su sensibilidad en el arte musical” cuenta entusiasmada, la periodista, Alba Quintero, madre del artista.
Sin saberlo, ese regalo marcó el rumbo de su carrera porque a partir de allí, comenzó a tocar de manera empírica los acordes de aquel instrumento.
Eran notas armoniosas, rasgadas bajo la luz de la luna, que fueron despertando en su corazón sonoro, la pasión por las narrativas de la música vallenata.
“Se dejaba cautivar por las melodías de Jorge Oñate, Alejandro Durán, Rafael Escalona, Poncho Zuleta, Kaleth Morales. Pero también, disfrutaba la música de Juan Luís Guerra, las baladas, el son cubano y la salsa” recalca la progenitora.
Al cabo de unos años, esa sintonía con la música y los instrumentos, lo llevó a interrumpir su carrera de Ingeniería Eléctrica en la Universidad Nacional y se adentró en los senderos de este arte.
“Cuando estudiaba en la universidad Nacional, vi unas asignaturas electiva llamada apreciación musical. Allí descubrí la música clásica, se me abrió un mundo riquísimo, lleno de emociones y decidí que había nacido para esto” confiesa el artista.
Esa corriente musical acabó imponiéndose finalmente y se zambulló en las fecundas notas de Johann Sebastián Bach, Ludwing Van Beethoven y, Arcángelo Corelli e hizo de estos géneros musicales su estilo de vida.
“Este repertorio de música clásica, me llevó a estudiar música en la Universidad del Norte de Barranquilla, gracias a una beca que me otorgó este claustro universitario. En realidad, lo hice por mi interés por la guitarra porque pensaba que mi voz no servía para cantar, ya que los artistas vallenatos tienen voces agudas, la mía era bastante grave. Sin embargo, mis profesores notaron que mi tonalidad se prestaba para el canto lírico y me animaron a desarrollar en serio este vibrato” recuerda.
De la academia, pasó a los escenarios musicales y de sus matices vocales, se escucharon reconocidas piezas líricas que lo llevó a representar a la universidad del Norte en eventos nacionales e internacionales, que sirvieron de plataforma para visibilizar su potencial y versatilidad.
“participé en el coro juvenil de la Orquesta Filarmónica de Bogotá y en varios montajes de ópera con compañías internacionales” recalca Angulo.
Hoy, a sus 25 años, aspira dejar una impronta personal en todo lo que emprende, más allá de las fronteras de su tierra natal Valledupar.
“busco crear una nueva sonoridad y aspiro cantar en los grandes teatros de Europa, participar en relevantes papeles protagónicos, también quisiera ser director de orquesta” sostiene entre risas.
Los deseos de mostrar al mundo su don musical, se está cumpliendo, pues su fuerza interpretativa se destacó entre más de 200 artistas líricos, donde fue seleccionado para participar en el Coro Mundial de la Juventud (World Youth Choir) que se llevará a cabo en Alemania durante la próxima temporada de verano 2020, convirtiéndose en el único colombiano que hará parte de esta agrupación vocal de alto nivel que cada año reúne intérpretes de diferentes latitudes geográficas.
“Es una excelente oportunidad poder participar en este evento ya que fui escogido luego de que el jurado escuchara numerosas grabaciones donde tuvieron en cuenta rango vocal, lectura musical, técnica vocal, capacidad para preparar una pieza y la interpretación en cada prueba” relata orgulloso.
El coro Mundial de la Juventud está conformado por cantantes entre los 17 y 26 años, desde su creación en 1989, se congrega cada año en un país diferente, desde allí el grupo iniciará una gira por 20 países entre ellos, Austria, Holanda, Italia y Rusia.
“a mi regreso quiero desarrollar el montaje de una obra teatral-musical en el que cantantes de ópera y de música vallenata participen en un mismo escenario, llevando un mensaje de conservación de las raíces del género vallenato, teniendo en cuenta que ambos, se caracterizan por su estructura narrativa, el relato de historias llevadas a la interpretación vocal” asegura convencido de su capacidad artística.
Directora de Comunicaciones de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva,
Amplia experiencia en diferentes medios: Periodismo, Imagen Corporativa, Comunicación Organizacional, Marketing político, Relaciones Públicas, Protocolo, Proyectos Televisivos a nivel nacional, Asesoría de comunicación, Desarrollo de páginas Web y Mercadeo.
